El Otoño (1ª parte)
El otoño es la estación cuando la naturaleza inicia su recogimiento. Después de la culminación del Yang, del calor, de la maduración vegetal, viene el reflujo de la savia y el Yin empieza a crecer.
Así como la primavera era una época expansiva de apertura y de proliferación, el otoño es una época contractiva de recogimiento y de resecamiento. El ciclo se completa en el otoño.
El Nei Jing dice que la energía del otoño es la <<energía exterminadora>>: cortante, retractiva y supresora.
Es una época de evolución a través de la reducción, en que las cosas se marchitan y se deterioran. Los vegetales se secan pierden el agua, las sustancias orgánicas desaparecen de las hojas y los frutos. Las flores mustias y los frutos caídos fertilizan el suelo que nutre el germen para el crecimiento del año próximo, la materia vuelve a su origen preparándose para su posterior renacimiento.
Las fuerzas del otoño crean sequedad en el Cielo y metal en la Tierra, crean el órgano de los pulmones y la piel que cubre el cuerpo… Medicina interna clásica.
El elemento Metal, en el cuerpo se le relaciona con los órganos Pulmón (FEI) e Intestino Grueso (DA CHANG).
En correspondencia con el carácter de esta estación, el Pulmón, órgano Yin del Metal, absorbe el Qi hacia el interior y lo refina, enviándolo hacia abajo para nutrir nuestras raíces con Esencia pura.
El Intestino Grueso tiene una función de tránsito, pero que también participa en las transformaciones.
La emoción asociada al Metal, al Otoño, es la tristeza la melancolía, se despiertan los recuerdos. Los textos tradicionales afirman que el exceso de tristeza perjudica al Qi del Pulmón y, a la inversa, cuando la energía del Pulmón es débil, la persona está triste.
Feliz Otoño