Entrevista a Doctor Carlos Nogueira (1 de 3)
Entrevista a Dr. Carlos Nogueira (1ª parte)
Hablar del Dr. D. Carlos Nogueira es sinónimo de hablar de Acupuntura en España, y muy especialmente, de Acupuntura Bioenergética.
Médico, Acupuntor, Formador de Acupuntores, Investigador y un largo etcétera … jalonan una vida dedicada en cuerpo y alma a la creación de nexos de unión entre la medicina oriental y la occidental.
Fundador de la Acupuntura Bioenergética y del CEMETC (1978) ha impartido cursos de preparación para el Ministerio de Educación a profesores de Instituto, ha dado cursos de formación continuada en el Hospital Universitario de Valladolid, en el Hospital General Monte Celo de Pontevedra, charlas en la Universidad de verano Menéndez Pelayo, en la Universidad Nacional de la Amazonia Peruana, en Lima, Méjico, en la Universidad Bolivariana de Venezuela, en la Facultad de Ciencias Médicas de Córdoba (Argentina), en la Facultad de Medicina de la Universidad de Holguín (Cuba), en la Escuela de Ciencias de la Salud de la Universidad Complutense de Madrid, en la universidad de Vigo, en la Universidad de Santiago de Compostela, en la Universidad de Santiago de Compostela, en la Universidad Fernando Pesoa de Oporto, etc…
Es para nosotros un placer y un honor poder reproducir esta entrevista que le realizaron recientemente en Chile.
Reciba un fuerte abrazo desde Valencia, Don Carlos.
¿Qué es la Bioenergética?
Es una ciencia biomédica que engloba, en un esquema doctrinal, los conocimientos médicos legados por la Tradición Oriental (de corte filosófico-místico) con los Occidentales (de carácter científico-cartesiano); creando así una medicina integrativa que permitirá al terapeuta interpretar las múltiples interrelaciones orgánicas (propias de las medicinas holísticas) con la especialización e investigación de las partes (propios de la medicina mecanicista).
Ello solo puede redundar en beneficio para la salud de las gentes, que es el fin primordial de todo buen sanitario. Esto es ver el bosque y estudiar el árbol.
¿Cuáles son los fundamentos de la Medicina Bioenergética?
Para entender esto se hace necesaria algo de historia; pues sin ella no sería posible responderla.
Existió un tiempo muy remoto en la historia de la Humanidad en donde vivían unos hombres muy sabios, con profundos conocimientos del CIELO Y LA TIERRA.
Eran Astrólogos, Astrónomos y Geólogos; y por tanto conocían los movimientos del cielo como se refleja a través del estudio de los hexagramas de Pa Kua que describe los tiempos y los ciclos de la naturaleza; o través del I´Tching («Libro de las Mutaciones») que es un profundo tratado de estadística; o través de la ley medio día – media noche en donde se combinan 22 parámetros de influencias energéticas sobre el desarrollo climático; o a través de los múltiples tratados sobre el Feng-Shui (literalmente traducido como viento-agua, o lo que es lo mismo, corrientes freáticas o corrientes geotelúricas).
No debemos confundir el desarrollo tecnológico propio de nuestra cultura actual con el verdadero conocimiento del medio en el cual el ser humano desarrolla su existencia. Hay personas que consideramos mucho más importante el panteísmo que el cientifismo como filosofía de vida.
Aquellos tiempos descritos por los historiadores chinos como la dinastía de los Tres Emperadores Míticos (hacia el 4000 a. de C.) marcó un cambio brusco en el devenir de la humanidad, ya que durante su reinado se produjo un asombroso avance en las ciencias, el arte, la agricultura y sobre todo en la medicina.
Durante miles de años la humanidad evolucionaba culturalmente de una manera muy lenta, hasta la aparición de estos personajes históricos, que marcaron un antes y un después en la evolución intelectual del ser humano, creando una espléndida civilización que aún perdura en la memoria histórica de sus descendientes que evocan aquel remoto pasado en forma de una mitología popular, origen de la peculiar filosofía oriental, eminentemente panteísta.
Todo aquel que estudie (de una manera ecuánime) la historia China antigua, puede descubrir aquellos asombrosos conocimientos; sobre todo a través de libros clásicos como el Nei Jing So Wen (el libro de medicina más antiguo que se conoce) que relata las conversaciones de Huang Ti («El Emperador Amarillo») con el sabio médico y sacerdote Ki Pa, sobre temas de salud; o bien las doce proposiciones axiomáticas de otro de los emperadores míticos como Fu-Shi; o simplemente el Tao Te King, del gran sabio y filósofo Lao Tse, que rememora aquella época.
Todo ello es una pequeñísima parte de lo que se salvó de la quema de la biblioteca de Pekín; perdiéndose con ello la posibilidad de conocer el origen, objetivos y destino de aquellos grandes y extraños personajes; y, muy probablemente, la respuesta a la gran pregunta existencial de ¿quiénes somos? y ¿qué hacemos aquí?.
Aquel conocimiento tan profundo era patrimonio de una élite de sacerdotes-médicos que formaban parte de la Corte Imperial. Cuando por circunstancias no aclaradas (aunque presumiblemente, como ha ocurrido a lo largo de la historia, por persecuciones ligadas a intereses más prosaicos que el conocimiento) esta élite fue perseguida y dispersada, se originó una diáspora hacia los lugares lejanos e inaccesibles de las altas montañas (donde aún hoy día continua la persecución) y hacia Oriente Medio, dando lugar al resurgimiento de focos culturales entroncados con el saber original como fueron las civilizaciones hebrea de los tiempos de Salomón, las culturas Persa, Griega, Egipcia, etc.
Se logró recuperar parte de aquel conocimiento perdido, y cuando se empezaba a vislumbrar de nuevo la luz del conocimiento trascendente, fue nuevamente destruido -en el año 96 de nuestra era- por las huestes romanas con la quema de la biblioteca de Alejandría.
De nuevo la fuerza del poder en contra del conocimiento.
Comenzó una nueva diáspora hacia la Europa Mediterránea, e incluso hacia las islas Británicas, donde se desarrollaron focos culturales importantes; sobre todo en la España medieval de Alfonso X El Sabio, que logro aunar de nuevo las diversas corrientes culturales judeo-árabe-cristianas oriundas del Oriente Medio.
Cuando todo aquello asombraba y se empezaba a hablar de alquimia, átomos, astrología, etc… fue nuevamente destruido por las hogueras de la inquisición.
Lo que se salvó fue también destruido con el juicio a los Templarios; y posteriormente con las sistemáticas quemas y purgas de los sistemas totalitarios como el fascismo, comunismo y otras revoluciones culturales fanáticas que destruyeron hasta las piedras o monumentos evocadores de aquella cultura.
Fuego, fuego y más fuego.
Eso es lo ocurrido durante los últimos 6000 años de la Humanidad.
De esas cenizas, y de lo poco que se salvó a través de herméticos depositarios, está resurgiendo un nuevo conocimiento que empieza a vislumbrar un nuevo y diferente paradigma del ser humano, más en consonancia con el Cielo y la Tierra.
La experiencia de los siglos nos alerta de las piras que están preparando los grandes poderes del mundo actual, que no renunciarán a las prebendas del enfermo sistema. (Véase el último informe del Consejo de Asesores del Congreso de los Diputados del Gobierno de España sobre las Medicinas Naturales que tiene respuesta en forma de manifiesto).
Lo que nos trasmitieron los Chinos, como herederos directos de aquellos ancestros, sobre todo en el campo de la Medicina, a través de la Acupuntura y técnicas afines, está basado en postulados filosófico-místico-empíricos que evocan aquel conocimiento y por tanto carecen de los argumentos científicos que en Occidente se otorgan a todas las ciencias; sobre todo médicas.
Este aspecto ortodoxo-científico de corte cartesiano choca frontalmente con el aspecto oriental -cargado de misticismo- originando un antagonismo difícil de compatibilizar.
Sin embargo es conveniente recordar a los “conspicuos científicos“ y a los “filósofos místicos” que CIENCIA Y FILOSOFÍA componen el TAO DEL CONOCIMIENTO (Tao es camino, y Conocimiento es saber). No existe filosofía sin ciencia, ni ciencia sin filosofía.
El que quiera tomar “el camino del saber” debe unir, en perfecto matrimonio, el YIN (filosofía) con el YANG (ciencia). Esto es lo que nosotros llamamos, dentro del campo que nos ocupa, MEDICINA INTEGRATIVA.
“Todos los caminos del mundo se producen por interacción dinámica y cíclica de antagonismos. Los antagonismos conforman la Unidad que contienen y trascienden todas las fuerzas opuestas”.
Heráclito
“Un análisis sencillo, pero profundo, de la relatividad de Einstein nos hace comprender científicamente lo que hasta ahora solo ha sido posible vivir en el sentimiento intuitivo de la mística”.
S. Van Neis Ziegler
Tiempo después, en Occidente, surgió un ser excepcional que tuvo la oportunidad de reunir en su persona el conocimiento médico oriental (se formó en Hanoi como médico oriental) y el conocimiento médico occidental (se formó en París en medicina occidental).
Con un completo dominio de la escritura ideogramática y alfabética, con una capacidad mental que le permitió acrisolar ambas filosofías y además con una enorme capacidad de trabajo que le permitió durante más de 50 años publicar numerosos tratados sobre Acupuntura y la dirección de la revista de Acupuntura más importante que se ha publicado en Occidente (Le mensual de le medicine acupuntaire).
Cuando el Dr. Nguyen Van Nghi murió a los 94 años de edad, en diciembre de 1999 (cerrando el milenio), tenía fuerzas y capacidad para dar conferencias en todo el mundo. La última en Madrid, en noviembre de 1999, donde le invitamos a hablar sobre inmunología y MTCh.
Vivió el revolucionario resurgimiento de la física cuántica ,que demostraba que materia y energía eran una misma cosa en diferente estado de manifestación. La física moderna, que dio al traste con la anquilosada física Newtoniana, desarrollaba dos grandes principios a través de la teoría de la relatividad y de la interdependencia que confirmaban, de una manera científica, las dos piedras angulares en las que se sustentan la Acupuntura y en general la MTCh. y que se denominan la ley del Yin-Yang(relatividad) y la ley de los Cinco Movimientos (interdependencia).
Sus seguidores hemos continuado y avanzando en ese camino y ello me ha permitido crear la Acupuntura Bioenergéticacomo desarrollo biofísico de la MTCh.