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Introducción a MTCh

Ene 29, 2012 | Clásicos MCh

Introducción a la Medicina Tradicional China

En no pocas ocasiones hemos leído, comentado o escuchado algo sobre técnicas terapéuticas orientales; ya sea bajo el nombre de Acupuntura, Ventosas, Moxibustión o… simplemente…bajo el compendio de Medicina Tradicional China.

Pero… ¿qué es la Medicina Tradicional China?. ¿De qué hablamos cuando nos referimos a la Acupuntura?.

En el presente artículo trataremos de arrojar luz sobre estas preguntas, abriendo una puerta al mundo de la medicina y tradiciones orientales, que irá siendo ampliada en lo sucesivo.

Desarrollo histórico de la Medicina Tradicional China (MTC)

Bajo el nombre de Medicina Tradicional China (en adelante MTC) se engloba un compendio de conocimientos y prácticas terapéuticas desarrolladas en China a lo largo de su extensísima evolución cultural.

El nacimiento de estas prácticas se pierde en la niebla de los tiempos, y su fundamento no es otro que la constante y continua observación del ser humano, la naturaleza y las relaciones entre ambos.

Las primeras referencias escritas al uso de técnicas terapéuticas respiratorias y de aplicación de masajes se remontan a 2700 años antes de Cristo; si bien, el que puede considerarse como primer texto referido a la práctica de la MTC es el Nei Jing, atribuido a Huong-Ti (el Emperador Amarillo), en el que se relatan las conversaciones entre el propio Emperador y su médico.

Como herencia de esta milenaria cultura, la MTC está impregnada de una filosofía y concepción de la vida y del hombre completamente distintas de la cultura occidental, y claramente influenciada por dos corrientes de pensamiento.

Así, no se concibe la MTC sin la base que le aportan el Confucionismo y el Taoismo, las dos corrientes filosóficas que más influencia han tenido en la cultura China.

Confucio (siglo VI antes de Cristo) establece unas normas morales cuya base puede resumirse en que el cuerpo y la familia son dos conceptos sagrados e intocables. Este punto de partida impide el desarrollo -por ejemplo- de la anatomía interna y la cirugía, como consecuencia de la prohibición de diseccionar cadáveres; obligando a la MTC a encontrar otras vías alternativas de trabajo con el cuerpo.

Paralelamente la figura de Lao-Tse incardina al hombre, su salud y su enfermedad en relación directa e interdependiente con la naturaleza.

El Taoismo vincula estrechamente el devenir humano (tanto física como psíquicamente) a su actuación de acuerdo con las leyes que marcan los ritmos de la naturaleza.

La mayor aportación del Taoismo a la cultura y tradición orientales es la idea del continuo y constante cambio y movimiento.

Su concepción parte de la idea de que todo emana de una fuente primigenia (el Tao) como origen único de toda manifestación vital. El Tao es el origen del que arranca la dualidad (expresada inicialmente como cielo y tierra) a través del movimiento. Y es de esta dualidad, entendida como manifestación cambiante del principio único y universal (Tao), la que da lugar a toda la multiplicidad de seres y fenómenos naturales.

Así, la figura del Tao se representa como dos fuerzas opuestas pero totalmente complementarias: el Yin y el Yang.

Es el desequilibrio entre estas dos fuerzas el origen de cualquier disfunción, ya sea esta física o psíquica; individual o colectiva.

Colateralmente a las leyes del Yin-Yang, y apoyada precisamente en la directa vinculación entre el hombre (microcosmos) y la naturaleza (macrocosmos) la MTC utiliza también la relación entre estos conceptos a través de la Teoría de los Cinco Elementos.

Estos cinco elementos de la naturaleza (madera, fuego, tierra, metal y agua) guardan -según dice la MTC- una estrecha relación con los factores climáticos, nutritivos, orgánicos, viscerales, emocionales y psíquicos del ser humano.

La salud y la enfermedad según la MTC

Con lo visto hasta el momento, podemos concluir que para la MTC el cuerpo humano en su conjunto (entendido como globalidad indisoluble física y psíquica) es un microcosmos dentro de un macrocosmos mayor (naturaleza) que debe vibrar(movimiento) en completa armonía con aquello que le engloba e incluye.

Así, la salud, desde la MTC, puede definirse como la armonía interna y externa del ser humano, hacia sí mismo y con la naturaleza.

Un desbalance energético, ya sea físico o psíquico, entre estos conjuntos distintos pero interdependientes es el origen de toda enfermedad, que -en este marco- es entendida y tratada como un desequilibrio entre esa relación microcosmo-macrocósmica.

Bajo esta perspectiva, encontramos pues que la MTC es una medicina holística que considera al hombre como una entidad global que abarca tanto el cuerpo como la mente y el espíritu.; y que, básicamente, tiene una orientación preventiva, encaminada a evitar los desequilibrios energéticos en los que se esconde el origen de toda enfermedad.

Este particular enfoque de la relación salud-enfermedad hace que la práctica clínica de la MTC sea completamente personalizada; pues se considera -al igual que otro tipo de terapias alternativas- que no hay enfermedades sino enfermos; considerando así no solo lo que sucede en un órgano o tejido concreto, sino también lo que sucede en todo el organismo, el modo en que tiende a manifestarse, su respuesta a las influencias externas e internas y su reacción a los estímulos del entorno.

Por esta razón, en MTC dos personas con la misma disfunción aparente (dolor de estómago, por ejemplo) pueden recibir tratamientos completamente distintos; en tanto que dos personas con distinta sintomatología, pueden seguir idéntico tratamiento.

Consecuentemente, cada individuo tiene un abordaje y planteamiento terapéutico completamente particularizado.

El Qi: la energía vital

Según la MTC (y la totalidad de culturas orientales) lo que en occidente conocemos por energía (o energía vital) recibe el nombre de Qi.

El Qi (o T’Chi) puede definirse (en términos comprensibles al occidental) como “aliento”, “aliento vital”, “disposición de ánimo”, etc… y es la energía primaria que fluye por todo el universo y la naturaleza, en constante movimiento y transformación.

Esta energía es la sustancia original y fundamental del organismo y de la naturaleza, que penetra e impregna la totalidad del cosmos.

Esta energía, manifestándose a través del hombre, tiene diferentes acepciones y propiedades, adoptando varias formas.

Una de estas formas (energía Rong o energía Nutricia) circula por el interior del cuerpo a través de determinados canales energéticos, conocidos en MTC como Meridianos Principales.

Otra, conocida como energía Wei o energía Defensiva circula por el exterior a través de los Meridianos Tendino Muscularesy Luos, y por el interior a través de los Meridianos Distintos.

Vemos así como el cuerpo humano configura, además de todo su entramado de vías nerviosas y circulatorias, otra red de comunicación mas sutil, conformada por la diversidad de canales energéticos conocidos como Meridianos.

Y del mismo modo que por cada canal físico circulan una serie de elementos (ya sean en forma de disueltos químicos o impulsos bioeléctricos), también por los canales energéticos circula toda una serie de información, con sentido final biológico, compuesta por las diferentes manifestaciones del Qi.

La alteración del flujo circulatorio de este Qi provoca desequilibrios en el binomio Yin-Yang que, como dijimos anteriormente, son el origen de toda manifestación de desequilibrio (enfermedad).

Estos meridianos tienen zonas externas sobre las que puede actuarse.

Son los denominados puntos de acupuntura, en los que se aplican estímulos a través de agujas u otras técnicas, para reconducir estos desequilibrios energéticos.

La restitución del flujo circulatorio natural de esta energía, es la recuperación del equilibrio, y por tanto, el retorno a la salud.

Los métodos de diagnóstico de la MTC

Al igual que se desarrolló todo el sistema terapéutico de la MTC, paralelamente también lo hizo el diagnóstico; aunque ambos lo han hecho por caminos distintos de la ciencia médica occidental.

Inevitablemente existen puntos de coincidencia en ambas metodologías, como es la anamnesis (historia clínica) y la exploración física del paciente; aunque en la primera de ellas, además del típico historial solicitado por la medicina alopática se investigan y concretan determinadas reacciones a fenómenos naturales (frío, calor, etc..) y psico-emocionales.

La exploración física del paciente, en relación a su sintomatología músculo-esquelética o visceral, está orientada en la misma línea que la palpación y movilización articular de la medicina occidental.

Otros aspectos que investiga la MTC en relación con el paciente tienen que ver con su olor, color, aspecto, tono de voz, mirada, etc… encuadrados dentro de los dos métodos diagnósticos mencionados.

Y dentro de la especificidad de la MTC destacan dos métodos diagnósticos poco empleados en occidente: la lengua y el pulso.

Por extraño que pueda parecer al lector, el diagnóstico a través de la lengua tiene un carácter muy preciso, y ayuda a concretar determinadas cuestiones de fondo sobre el estado energético de la persona.

El color, movimiento, aspecto, forma, tipo, saburra, etc… determina con gran exactitud el órgano o víscera desequilibradoen relación con el flujo energético, así como la naturaleza del elemento patógeno..

Idéntica semiología acontece con la toma de pulsos.

La arteria radial, a su paso por ambas muñecas, marca (a diferentes niveles y profundidades) el tono energético de órganos y vísceras (entendidos como unidades energéticas y Meridianos de Acupuntura).

La toma de pulsos informa, al igual que la lengua, del estado y calidad de la energía relacionada con estos órganos y/o vísceras.

A partir de 1940, los estudios del japonés Nakatami, en relación con la resistencia eléctrica de la piel, y al objeto de estudiar la actividad del sistema nervioso simpático, dieron a conocer la existencia de una serie de puntos en los que se presentaba una especial resistencia eléctrica.

La agrupación de estos puntos a través de canales resultó prácticamente idéntica a la ubicación de los meridianos principales y puntos preconizados por la MTC.

Teniendo en cuenta que aquellos puntos con una mayor resistencia correspondían a puntos con mayor carga eléctrica, Nakatami sospechó que podría haber encontrado la representación eléctrica del conocido Qi Chino.

El estudio de dichos canales permitió encontrar ciertos puntos representativos de su estado energético. Dichos puntos estaban ubicados y se correspondían (casi mayoritariamente) con los mismos lugares en que se localizan los puntos fuente(Yuan) de acupuntura.

Los valores obtenidos en estos puntos fueron medidos miles de veces, estableciéndose valores promedio y un rango en el que se consideraba un estado energéticamente normalizado del canal.

Los que quedaban fuera de este rango son considerados como anómalos energéticamente, y significativos de disfunción.

Toda esta investigación dio lugar a la fabricación de aparatos biomedidores de la resistencia de la piel humana y a la creación de la gráfica Ryodoraku, fruto de una larga labor estadística de Nakatani y su equipo.

La biomedición Ryodoraku nos describe el estado energético de los meridianos de un modo objetivo, sin posibilidad de interpretaciones subjetivas.

Además muestra las diferencias entre los meridianos izquierdos y derechos.

Centrándose en estos datos el acupuntor tonificará o sedará ciertos meridianos con objetivo de llevar los valores a la zona de equilibrio.

Herramientas terapéuticas de la MTC

Descrito el desarrollo histórico y contenidos generales de la MTC tan solo nos resta detallar el conjunto de prácticas terapéuticas que engloba la MTC.

En líneas generales, y al objeto de no extender esta materia más allá del contenido de un artículo introductorio, dividiremos los contenidos de la MTC en tres grandes áreas de actuación:

La Acupuntura

Es la parte más visible y conocida de la MTC.

Su práctica clínica se soporta en la actuación en puntos localizados en el cuerpo humano, a través de los cuales se consigue estimular determinadas funciones energéticas en aras de restablecer el flujo general de la circulación del Qi.

Pero estos puntos de acupuntura responden también a otro tipo de estímulos, lo que ha originado otras prácticas similares como:

  • La Moxibustión, que se combina con la acupuntura para introducir estímulos de calor o tonificación en los puntos de aquella.
  • La Auriculopuntura (o Auriculoterapia) que utiliza puntos específicos localizados en el pabellón auricular, en lugar de los tradicionales Meridianos Principales de la Acupuntura. Además de agujas, se emplean en Auriculoterapia semillas, bolitas y/o chinchetas de muy pequeño tamaño.
  • La Electroacupuntura, que combina la puntura con la la introducción de estímulos eléctricos en los puntos de la Acupuntura.
  • Las Ventosas, que a través de la aplicación de vacío en ciertas áreas del cuerpo buscan favorecer y mejorar la circulación energética y sanguínea, liberando determinados bloqueos.
  • La Digitopresión, también conocida como Digitopuntura, que aplica los estímulos descritos anteriormente a través del uso de las manos y dedos del profesional.

Fitoterapia China

Es la equivalente farmacológica de la MTC.

Se fundamenta en la utilización de plantas medicinales y determinadas sustancias para el tratamiento de alteraciones fisiológicas y estados patológicos.

Su principal inconveniente -en nuestra civilización- es la dificultad para encontrar un buen número de estas plantas en nuestro entorno inmediato.

De ahí que, cada vez más, se están estudiando y empleando plantas y sustancias presentes en nuestra cultura botánica al objeto de poder desarrollar un sistema similar en occidente.

Buena parte de este recorrido ya lo ha realizado la fitoterapia occidental.

Igualmente, la MTC establece determinadas pautas dietética particularizadas como apoyo del tratamiento de fondo de los síndromes patológicos.

Tui-Na (Masaje Chino)

El Tui-Na, conocido popularmente como Masaje Chino, es una técnica terapéutica con idénticas aplicaciones y objetivos que el Quiromasaje o la Osteopatía occidentales.

Son técnicas manipulativas orientadas a la regulación del Qi corporal, especialmente en las afecciones músculo-esqueléticas, donde estos trastornos se manifiestan en forma de contracturas musculares y/o restricciones del movimiento articular.

Otras técnicas que podrían asimilarse (o considerarse derivadas) del Masaje Chino serían la práctica del Tai Chi y el Qi Gong (Chi Kun), consistentes en la realización de determinados movimientos suaves tendentes al mantenimiento de la circulación energética y la sangre, evitando el bloqueo de los Meridianos Principales de Acupuntura.

Campo de actuación de la MTC

De todo lo dicho hasta el momento podemos conceptualizar el campo terapéutico de actuación de la MTC en los siguientes diagramas.

En la pirámide de influencia bioenergética que soporta la medicina occidental encontramos tres niveles de actuación.

En su parte superior, se ubicaría el sistema nervioso, extensión del cerebro que controla la totalidad de funciones del organismo humano.

La extensa red de información que conforma establece los mecanismos reguladores de cada órgano y cada célula que forma parte del entramado de tejidos del ser humano.

Este sistema, en el momento en que detecta una disfunción, actúa sobre el sistema endocrino, cuya respuesta bioquímica (a través de humores y hormonas) estimulará los mecanismos necesarios para garantizar el adecuado funcionamiento de determinados patrones biológicos y la defensa de los intereses del organismo.

Para ello, vierte estos compuestos bioquímicos en un vehículo capaz de transportarlos a cualquier parte del cuerpo: el torrente sanguíneo.

Esta información bioquímica se traslada a todo el cuerpo a través de la corriente sanguínea, que es la que los deposita en el lugar adecuado y facilita la respuesta ante un determinado mecanismo des-regulador.

Es, también, el vehículo de actuación de la farmacopea, transportando los elementos que apoyarán una determinada respuesta orgánica como mecanismo de compensación ante cualquier enfermedad.

Pero, para la MTC, existe otro nivel por encima de los tres anteriores que -además- controla e influye al sistema nervioso occidental. Es el campo de actuación energético, desde el que se controlan todos los estadios inferiores.

Y es precisamente a este nivel donde se concentra el campo de actuación de la acupuntura (así como de otras terapias alternativas).

Equivalentemente, este otro gráfico muestra en su lado izquierdo (línea ascendente) los ámbitos en que actúan determinadas terapias. Y en su derecho (línea descendente) los niveles equivalentes de disfunción.

El nexo que une ambos lados expresa la equivalencia disfuncional con su correspondiente terapéutica.

Observamos aquí, de nuevo, como la Acupuntura se sitúa en la cúspide menos intervencionista a nivel físico, equiparada (a nivel disfuncional) con el origen energético de cualquier trastorno.

Y es esta disposición la que la identifica, plenamente, con un carácter preventivo… pues trata de impedir la aparición del desorden desde su mismo origen.

Realizada esta introducción, regresaremos con nuevos artículos que nos adentren en aspectos mucho más concretos de la MTC.

Autor de publicación

acumusi

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