Acupuntura Multisistémica
A poco que el lector tenga una previa experiencia en el mundo de la Medicina Tradicional China convendrá con nosotros que, desde su tronco común de origen, la Acupuntura y todas sus técnicas terapéuticas asociadas han ido evolucionando y adaptando su cuerpo docente y práctica clínica a las circunstancias específicas de cada período histórico y/o lugar en que hubiera prendido la semilla de la MTCh.
Esta circunstancia, que en una primera vista pudiera entenderse como la ruptura de la unidad primaria sobre la que se asentaron las bases de la técnica acupuntural, ha derivado -con el paso del tiempo- en un gran número de escuelas, estilos y técnicas, cada una de las cuales, ha demostrado -igualmente- sus excelentes resultados; aún a pesar de no acceder a los mismos a través de las fuentes y criterios terapéuticos originales de la MTCh.
Así es como, especialmente en China, Corea, Japón, y también en Occidente, se han ido desarrollando variantes terapéuticas de demostrada eficacia frente a dolencias que también la propia evolución ha ido modificando con el tiempo.
Hoy hacemos frente a enfermedades y disfunciones sustancialmente diferentes a las habituales hace 400, 700 o 1.500 años…
Las condiciones higiénico-climáticas, la aparición de nuevas tecnologías, el deterioro medioambiental generalizado, las actuales costumbres alimenticias e incluso los propios procesos de obtención y manipulación de los alimentos han introducido nuevas variables no contempladas por la ciencia acupuntural en aquellas épocas.
También el arsenal terapéutico se ha visto afectado por esta evolución.
De las antiguas tisanas, obtenidas artesanalmente las más de las veces, hemos pasado a manejar extractos, tinturas, preparaciones con infinitas más concentraciones y potencialidad que aquellas.
De la moxa realizada simplemente con hojas de Artemisa a las actuales variedades de contenidos y formas asumibles en el campo de la moxibustión. La irrupción de la electroacupuntura, que también ha supuesto una auténtica revolución dentro de la MTCh, es un claro ejemplo de la evolución y adaptación de las antiguas técnicas ancestrales.
Otras ciencias, con criterios aparentemente antagónicos a la MTCh, han surgido y se han sumado a la evolución de las terapias alternativas: la homeopatía, fitoterapia moderna, las flores de Bach, la terapia manual, la dietoterapia o la magnetoterapia son ejemplos que ilustran perfectamente este concepto de diversificación dentro de la propia unidad.
Sin ánimo alguno de marcar diferencias, y fieles a una concepción holística de todo aquello que nos rodea y/o acontece, desde la Sociedad Valenciana de Acupuntura apostamos por la conveniencia de que la Acupuntura (y sus terapéuticas habitualmente aceptadas) pueda compaginarse, tanto entre sus propias disciplinas “internas” como converger -terapéuticamente- con aquellas otras terapias de las que pueda recibir o a las que pueda aportar criterios docentes y experiencia clínica que le permitan mejorar sus resultados terapéuticos, en aras de ampliar su eficacia con los pacientes.
En ese camino de convergencia y apoyo interdisciplinar se encuadra el marco del que surge la Acupuntura Multisistémica.
Nuestro criterio, corroborado por muchos años de experiencia del profesor Alabau en la práctica clínica diaria, no es otro que asumir que cada paciente es un mundo y cada dolencia también; y que a veces lo que debiera funcionar no lo hace y aquello que parece imposible se resuelve con una facilidad que no deja de sorprendernos; y lo que inicialmente parecía un síndrome muy concreto acaba ofreciendo sintomatologías tan diversas que resulta imposible analizarla bajo el prisma de la docencia aprendida.
Con ese ánimo, fortalecido por el deseo personal del cabeza visible de este proyecto (el profesor Alabau) de trasladar al resto de acupuntores que lo desee su bagaje teórico-práctico, nace el concepto y nombre de Acupuntura Multisistémica.
Con absoluto respeto por todo cuerpo doctrinal, sistema terapéutico, técnica acupuntural, estilo diagnóstico o escuela, pretendemos exponer las distintas opciones que hemos experimentado en la práctica clínica en relación con el tratamiento de dolencias en nuestros pacientes; convencidos de que será útil (y especialmente práctico) para aquellos que se inician en el mundo de la clínica y comienzan a tratar con gente.
Todo ello sin renunciar a la aplicación de otras terapias no incluidas en el cuerpo de la MTCh, pero también de demostrada eficacia ante determinadas circunstancias terapéuticas.